miércoles, 9 de enero de 2008

Friends

Serie norteamericana de los años noventa acerca de un grupo de treintañeros con el síndrome de Peter Pan. La serie contaba con una sintonia de The Rembrandts, un grupo rabudo y aburridísimo de power pop, el clásico one hit wonder que, sin embargo, se benefició del éxito que tuvo la serie para vender muchos the best of en los que se incluía la inevitable leyenda de “incluye la sintonia de la serie Friends”.

En cuanto a la serie, muy en la tradición de las comedias de enredos, narra la historia de seis pijos neoyorkinos y buenrrollistas abrumados por obligaciones tan aberrantes como el amigo invisible, cambiar de novia, contestar un mensaje de texto o mandar un Chirstmas navideño, en suma, una vida llena de quehaceres agobiantes y continuas tribulaciones. Además, al parecer estos chicos nunca pagan el alquiler o suponemos que habrán recibido algún tipo de subvención o dádiva de la ciudad de Nueva York, pues el único que arrima un poco el hombro es el que hace de paleontólogo, mientras que los otros cinco se dedican o a chupar del frasco o a esperar los intereses de la cuenta que les abrió su madre como regalo de comunión.

La serie como tal se basa en la clásica estructura de estereotipos, que consiste en asignar roles a cada uno de los personajes, para que cada tipo de espectador pueda identificarse con alguno, a saber: el guapo que es subnormal profundo, el no tan guapo pero que es más listo, el que no es ni tan guapo ni tan listo pero que es medianamente guapo y listo, la que es muy guapa pero inaguantable, la que no es tan guapa pero es muy “rica”, la que no es ni guapa ni “rica” pero es tan ingenua que en realidad es casi tan “rica” como la que es “rica” aunque no sea tan guapa como la que es tan guapa...

Es decir, los personajes tienen sus puntos fuertes y débiles, y en conjunto todo funciona porque la personalidad de uno tiene su contrapunto en la del otro, y por otro lado, todo se basa en el ultrarrealismo de “anda, a mí eso también me pasó un día” (denominémoslo “realismo deja vu”). Sin embargo, todo tiene sus particularidades: los tíos, por el hecho de ser neoyorkinos, no están tan salidos ni son tan groseros como en el resto de las series donde salen tíos haciendo el papel de tíos, y las tías, aunque un poco lerdas, no se abren de piernas tan a la ligera o si lo hacen luego lo explican tan bien que cualquiera las dice algo (además, todos son muy comprensivos y no se hacen bromitas, ya se sabe, van de adultos) . Todos son un poquito progres pero viven de alquiler en un piso enorme y bien decorado: ni rastro de calendarios sexistas, fotos de coches de carreras o futbolistas en pleno escorzo, todo es más refinado y glamouroso, aunque a fuerza de ser sinceros, lo único que se ve bien de la casa es el salón, lugar donde se dan regalos y planean un sinfín de aventuras treintañeras: fiestas sorpresa, citas a ciegas, ensayos para la enésima entrevista de trabajo sin frutos o cenas que por supuesto preparan los hombres.

La serie tuvo una gran difusión en Estados Unidos y en casi toda Europa, y al parecer los guiones los creó el típico cerebrito con cara de alelado pero conocedor del vacío tan grande que dejó Melrose Place para los que los veintinueve no los cumplen. El argumento es sencillo (un grupo de forraos que comparten piso y preocupaciones chorras) pero al parecer a la gente los guiones les resultaban desternillantes. Para mí, la serie tenía un tufillo a Médico de familia pero con vocación generacional, eso si, igual de políticamente correcta que las aventuras del doctor Nachete.

Por eso, igual vale para un roto que para un descosido, vamos, que igual te la ponen en inglés en las clases del colegio que te la endosa una amiga cuando la vas a visitar a su casa porque la duelen las cervicales, o si la tienes puesta y vienen tus padres la siguen sin torcer mucho el morro ni mirarte de reojo para ver cómo reaccionas ante los comentarios picantes (si los hubiere).. Friends representa a la otra Norteamérica, la que se ve con buenos ojos en España, la que es tan civilizada y tan neoyorkina y tan guapa que casi casi a nadie se le ocurriría pensar que son norteamericanos, vamos, seguro que ninguno de ellos sabe cómo usar una pistola y si fuesen españoles se pondrían un pin de no a la guerra. O igual no. Igual ni llegaban a eso. No se significarían tanto....Por no molestar, claro.

2 comentarios:

Edukipedia dijo...

Pues a mi Friends me encanta, creo que la serie es una escuela de vida,
son mi modelo: ellos y Fernando Alonso ( un tío que se ha hecho a sí
mismo ).

Unknown dijo...

Cenas que preparan los hombres? No has visto la serie, chato, si sólo cocinaba Mónica...

Qué mala es la envidia!