viernes, 7 de noviembre de 2008

El portero siempre llama dos veces


A pesar del nombre, Busi no era un peluche, ni un muñequito con luces verdosas ni nada por el estilo. Era portero del Barsa, o guardameta, o cancerbero, dándole épica al asunto, y echándole imaginación, y jeta, desde luego. Mi primer contacto con el bueno de Carlos fue una entrevista de García, podríamos estar hablando del año 93 o algo así, en la que mi adorado pequeñarra refería un terrible suceso, algo así como un partido navideño por la Amistad o la Coalición de Culturas o la Juventud o recurrente memez semejante en el que los juveniles del Barsa se enfrentaban a un combinado descafeinado en un pabellón de fútbol sala del extrarradio. García se hizo eco de tan pobre acontecimiento deportivo por algo lógicamente extradeportivo, y es que un imberbe Busi, aún más Carlos que Carles, y mucho más Busi que Busquets, compareció un tanto afectado, y no nos referimos a su natural afectación o pose, esa que tantos disgustos dio al barcelonismo, sino a que apareció borracho como una cuba y terminó el encuentro encarándose con varios aficionados que lo increpaban, mientras se tocaba los genitales y los desafiaba en pleno pabellón de la Paz y la Amistad de Cornellá. Examen de conciencia, contrición y posterior absolución butanera, dos Aves Marías y al primer equipo. Y qué penitencia. Diez años más o menos. Pero hijo, si vas a jugar al menos vístete de corto. Pero lo peor no es que jugase con chándal, no, es cómo le quedaba el chándal. Transmitía la misma sensación de profesionalidad que mi hermano con el chándal rojo de la marca Johan Cruyff’s (basado en un hecho real). Para entonces era más Busquets que Busi, porque los sufridos culés ya le dedicaban pocos apodos cariñosos (en mi casa, de cabrón para arriba). Era como ese grupo que te dicen que es bueno y te lo crees, pero...te parecen horrorosos. Joder, algo tendrán, igual los he escuchado poco.....Voy a darles otra oportunidad....Pues con este igual. Y hasta estabas deseando decir que hacía buen partido, cuando despejaba con un certero puntapié (por entonces se decía que era muy bueno con el manejo de los pies, lo que, para un portero, viene a ser el equivalente a un banquero muy solidario) o salía con acierto un par de veces (normalmente, hasta el medio del campo). Un día García, que en el fondo lo apreciaba desde aquella entrevista en que desnudó su indómito corazón chulanganero, se pasó medio partido de Champions admirando las intervenciones de, ese día sí, Busi, hasta que decidió ser Busquets y meterse con el balón en su propia portería, tras un centro sin aparente peligro. Han pasado menos de quince años de estas cosas, y ahora su hijo triunfa en el primer equipo del Barsa. Valdano dijo una vez, tras quitarle dos Ligas al Madrid como entrenador del Tenerife, que le devolvería al Madrid todo lo que le había quitado como entrenador (evidentemente, si de Ligas no hablaba, de dinero menos). Pues el bueno de Carles (hoy ya es Carles, sin discusión) ha decidido devolver al Barsa como padre todo lo que le quitó como jugador. [1]


[1] Nota del autor: El autor siempre ha sentido debilidad por la persona de Carlos Busquets, una suerte de héroe iconoclasta de barrio, pendenciero pero de buen corazón. Agradecería que algún comentario me aclarase la posible relación que pudiera tener nuestro guardameta con el material de papelería Busquets, algo que, por otra parte, me ha obsesionado bastante desde ya una tierna edad. Gracias

2 comentarios:

supergarcía dijo...

Indignación con Eduki, cuando Busi se metió en su propia porteria fue contra el Racing en un infausto Racing 5-Barça 0. El día que tu dices de copa de europa fue contra el Goteborg cuando busi tras hacer un partido memorable salio en el último minuto a por un centro frontal a la medialluna del área grande cual superman, con el puño por delante

Double Visionaire dijo...

eduki, pasate por hhttp://100apocalypso.blogspot.com

Es un blog muy friki que hago con mi colega Alex. Hoy he publicado una entrada deliciosa!